La puerta es el primer baluarte de su casa contra los intrusos. Por ello, la seguridad de este punto de acceso debe ser una prioridad. Sin embargo, su construcción -aunque sea sólida- puede ser vulnerable a los ladrones bien equipados. Evitar esta situación es una razón más para optar por una alarma inalámbrica inteligente con sensor de apertura de puertas.
¿Cómo funciona una alarma?
La función principal de una alarma, en general, es vigilar un lugar, especialmente durante la ausencia del propietario, e informarle de cualquier peligro. Se han creado diferentes sistemas de alarma para diferentes funciones. Algunos están equipados con un sistema de detección de movimiento o un sistema de apertura de accesos para avisar a los propietarios o a una empresa de vigilancia a distancia. Otros pueden utilizarse para alertar a los propietarios en caso de incendio. Sin embargo, la alarma de intrusión es la más conocida, ya que suele estar vinculada a un sistema de vigilancia que incluye toda una red de dispositivos de seguridad: cámara de vigilancia, detectores con fotosensores, mando a distancia, etc.
Características de la alarma inalámbrica
Como su nombre indica, la alarma inalámbrica inteligente no tiene cables, ni para los sensores ni para la unidad de control de la alarma. Esto es una gran ventaja si se tiene en cuenta que los dispositivos antiguos eran difíciles de instalar debido a todo el cableado. Además, es más fácil añadirles una extensión. Sin tener que reinstalar todo, sólo hay que añadir los módulos que se conectarán a la central de alarmas. Tras la instalación y la parametrización en la central de alarmas, el sistema se vuelve completamente autónomo. Sin embargo, hay varios tipos de alarmas inteligentes que a veces se especializan en vigilar una zona o un acceso concreto. Este es el caso de la alarma inteligente con sensor inalámbrico de apertura de puertas.
Detalles de este modelo en particular
Antes de instalar esta alarma de puerta inteligente, tenga en cuenta la distancia entre la central y los sensores, ya que su alcance es de 200 metros. La instalación es sencilla: el contacto magnético a pilas se fija a la puerta o al marco adyacente con la cinta de doble cara y los tornillos ya suministrados. El imán está fijado al marco de la puerta. Las dos piezas se instalan de manera que estén separadas sólo unos milímetros cuando la puerta está cerrada. Más allá de esta distancia, se envía una señal a un receptor. Si el código no se introduce en un tiempo determinado, se activa una alarma. El sistema tiene una sirena integrada de 120 dB, que se activa para ahuyentar a los ladrones.
En la misma categoría